Atlético de Madrid arrebata un empate amargo para el Real Madrid

El Atlético de Madrid se volvió a atravesar en el camino merengue. Los rojiblancos sacaron un empate 1-1 ante el Real Madrid que les permite seguir en la tercera plaza y compromete la posición del líder a dos semanas del clásico ante Barcelona.

Pepe encontró la rendija casi imperceptible en la mejor defensa de la Liga para poner el 1-0 en el marcador a los siete minutos de iniciada la segunda mitad, en el cobro de una falta de Gareth Bale.

El '11' merengue, que hasta entonces no había podido lucir gran cosa, puso el balón medido para que el portugués diera un paso hacia delante y cabeceara a gol a sus anchas. Tan ocupado estaba Stefan Savic en cubrir a Cristiano, que ni siquiera lo sintió venir.

Tras pasar media temporada lesionado, Pepe estaba dando una sólida actuación. Pero el infortunio se volvió a cebar con él. 15 minutos después, abandonó el terreno de juego tras hacerse daño en las costillas en un choque fortuito con Toni Kroos.

Abandonó la cancha acompañado por una ovación, y un incómodo silencio inundó momentáneamente un estadio que hasta ese momento estaba eufórico.

Al Real Madrid le había costado abrirse paso ante un Atlético que hacía todo bien.

Los rojiblancos se acomodaron en el Santiago Bernabéu como si fuese su territorio. No en el dominio del balón, que no es su fuerte, ni siquiera en el control de la cancha, pero se aseguró de que el ritmo del partido respondiera a sus necesidades y no a las del equipo merengue.

Y dado el cansancio acumulado y la inusualmente cerrada defensa blanca, fue bastante lento y cerrado.
El Atlético, en los contragolpes de Griezmann, recurría a su característica velocidad. Jugaba lo más pausado posible, mientras el Madrid, un tanto especulativo, no ponía gran fuerza ni en la presión. A los blancos les bastaba con los movimientos de Luka Modric conduciendo por el centro para crear ocasiones mientras el Atlético se limitaba a esperar pacientemente a que los defensas merengues rompieran esa regla de oro que prohíbe regalar balones a Antoine Griezmann, porque si se llega a escapar ya no hay quien lo pare.

La rompieron Casemiro y Sergio Ramos propiciando dos ocasiones clarísimas para el cuadro rojiblanco, pero en la primera tuvo suerte el equipo local en que Griezmann estrellara el balón en el poste después de combinarse con Carrasco y que además estuviera adelantado, y en la segunda Keylor respondió de acuerdo con su jerarquía, desviando el disparo a tiro de esquina.

La acción hizo bastante por calmarlo, pues hasta entonces proyectaba un nerviosismo que contrastaba bastante con la seguridad de Jan Oblak, sobre todo a la salida. Pero la salvada de la tarde no fue de ninguno de los dos. Fue de Stefan Savic. El montenegrino sacó un balón prácticamente de la línea de gol evitando así que Cristiano Ronaldo adelantara al Real Madrid en la primera parte con un disparo a puerta vacía.

El partido se cerraba cada vez más, pero entonces apareció Pepe para cambiarlo todo. El tanto obligó a Simeone a quemar todas sus naves. Envió a Correa en lugar de Saúl y, con diez minutos por jugarse, a Thomas en lugar de Torres, para intentar hacer retroceder a los merengues y marcar el del empate.

Se tardó cinco minutos en encontrarlo. Un contragolpe acelerado y letal que culminó con un pase filtrado de Correa que no alcanzó a cortar Dani Carvajal y un disparo imparable de Antoine Griezmann.

Real Madrid aún tenía cinco minutos por delante para devolver el golpe y con ello, asegurar la cima dando un paso de gigante hacia el título. Pero no supo cómo.

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