El reo David Sweat revela algunos detalles de su fuga junto a Richard Matt

El convicto también comentó a las autoridades que él estuvo con Matt hasta hace cinco días


David Sweat, uno de los reos que se fugó de una cárcel de Nueva York hace más de tres semanas y que fue recapturado este fin de semana, rindió su primera declaración ante las autoridades en el Centro Médico Albany, en donde se encuentra internado debido a los dos disparos que recibió por parte de un agente en medio de una persecución.

Según CNN, Sweat, habría revelado que la empleada Joyce Mitchell, acusada de ayudarlo a él y a Richard Matt a huir de prisión, les había prometido llevarlos a México. Pero, dijo Sweat, cuando la mujer no apareció, los dos prófugos tuvieron que improvisar su escape.

El convicto también comentó a las autoridades que él estuvo con Matt hasta hace cinco días y que decidió dejarlo porque "lo estaba atrasando".

Sweat permanece en estado crítico. Recibe tratamiento bajo la atenta mirada de la policía y los guardias de seguridad, dijo un funcionario del  hospital a la prensa local.

Una evaluación médica determinó que "no requiere de ninguna cirugía", dijo el director del hospital, Dennis P. McKenna, mediante un comunicado de prensa.

"David se mantendrá en Albany Medical Center durante al menos un par de días, mientras que su condición se estabiliza", explicó McKenna.

Sweat sufrió dos disparos en el torso el domingo por la tarde cerca de la frontera con Canadá. El sargento Jay Cook, fue quien logró su captura. Cook vio a un hombre sospechoso caminando por la carretara. Al principio, el hombre hizo caso omiso al ver al oficial pero cuando se dio la vuelta, el agente se dio cuenta de que era el preso fugado.

Sweat se echó a correr de manera inmediata pero fue entonces cuando Cook le disparó, temiendo que se perdiera en el bosque.

La fuga de estos dos prisioneros duró alrededor de 20 días. El viernes pasado Richard Matt fue abatido por la policía. Dos días después, los agentes capturaron a Sweat.

Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, dio a conocer que Sweat tenía una bolsa con mapas, repelente de insectos y por tarts cuando fue baleado por el agente Cook en un campo agrícola a dos millas de la frontera en Constable, Nueva York.

La cadena CNN publicó una imagen del prófugo ensangrentado y siendo atendido por dos personas en el lugar en el que fue atrapado. En ella se ve que Sweat viste ropas de camuflaje, presumiblemente robadas de alguna cabaña de cazadores, pues la policía encontró en los últimos días pruebas de los fugados en una.

Según la autopsia dada a conocer el domingo a Richard Matt, que iba armado con un rifle, el preso recibió tres tiros en la cabeza, disparados por un agente después de que se negara a rendirse.

En el momento de su fuga, Sweat cumplía cadena perpetua por el asesinato en 2002 de un alguacil, mientras que Matt tenía una condena de 25 años por matar y descuartizar a su jefe en 2007.

La captura de Sweat significó el fin a tres semanas de búsqueda en los densos bosques del norte de Nueva York, una operación en la que participaban hasta 1,300 agentes de distintos cuerpos policiales.
"Si alguien estuviera escribiendo la trama de una película, se diría que era exagerada", dijo Cuomo en referencia a lo extraordinario del caso.

Entre otros detalles, la policía desveló que había encontrado pequeños recipientes de pimienta que, según creen, los fugitivos utilizaron para tapar su rastro de los perros utilizados por los agentes.

El gobernador recordó que la fuga fue la primera en los cien años de historia de la prisión de Dannemora y subrayó que para que ocurriera fue necesaria la colaboración de personal de la cárcel y toda una serie de casualidades, que permitieron a los presos perforar las paredes de sus celdas y transitar túneles y alcantarillado para salir al exterior.

La investigación de la trama ha ido desarrollándose en paralelo a la operación de caza de los dos asesinos y, por ahora, ha desembocado en la detención de dos funcionarios de la instalación.

En primer lugar, las autoridades arrestaron a la funcionaria de la prisión Joyce Mitchell, quien confesó que ofreció a los dos presos acceso a un teléfono celular y metió de contrabando las herramientas que utilizaron para escapar.

Mitchell también facilitó a los presos el acceso a brocas para llevar a cabo su huida e hizo gestiones para poner a su disposición un vehículo cuando los dos presos se fugaran de la cárcel, pero al parecer abandonó sus planes después de sufrir un "ataque de ansiedad".

Según informaciones posteriores, Mitchell habría tenido relaciones sexuales de manera regular con ambos prófugos, a los que daba clases de costura y a quienes dio trato de favor, consiguiendo que les trasladaran a celdas contiguas.

La funcionaria habría utilizado paquetes de hamburguesas congeladas para esconder las herramientas que daba a Matt y Sweat y habría utilizado dulces para sobornar a otros funcionarios para que hicieran excepciones con ellos.

Entre ellos estaba Gene Palmer, de 57 años, que fue detenido el miércoles por la noche y que, según el pliego de cargos en su contra, pasó a un preso, sin identificar, los paquetes de carne con las herramientas en cuatro ocasiones diferentes entre noviembre y junio a cambio de varios cuadros que le entregaron los dos reclusos.

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