Real Madrid sale como favorito contra el San Lorenzo en el Mundial de Clubes
El Real Madrid se ha convertido en una máquina para ganar juegos y hoy quiere demostrarlo para ganar el único título que le hace falta en su vitrina, el Mundial de Clubes
El Real Madrid busca su primer Mundial de Clubes, el único título que falta en sus abarrotadas vitrinas, y poner el broche de oro al año en el que conquistó su ansiada décima Copa de Europa, para lo que tendrá que superar la pasión del San Lorenzo argentino, que disputará el partido de su vida.
Solamente el poder de la ilusión puede recortar la abismal diferencia de calidad que separa al Real Madrid del San Lorenzo. El presente marca una distancia futbolística abismal entre clubes millonarios y un futbol, el argentino, obligado a exportar cada vez más jóvenes a sus estrellas. Aunque el futbol está de repleto de gestas de equipos menores y el equipo del Papa Francisco sueña con protagonizar una en el Gran Estadio de Marrakech.
Un presupuesto de 500 millones de euros ante otro que no llega a los 10. Aunque en el pasado no lo fue todo y en su única aparición hasta ahora en el Mundial de Clubes, el Real Madrid dejó una imagen que debe ser borrada. Fue en el año 2000, cuando acabó cuarto, y perdió la final de consolación ante el Necaxa mexicano en los penaltis tras jugar con nueve futbolistas por las expulsiones de Roberto Carlos y Guti.
En el presente, la motivación con la que llegó al torneo y el hambre de más éxito, le hizo no tener piedad del Cruz Azul en semifinales (4-0).
En plena racha histórica de triunfos, 21, y récord de goles de un equipo español, el Real Madrid quiere cerrar 2014 a lo grande.
El conjunto blanco llega lanzado a la final del Mundial de Clubes y sin dudas que despejar en su juego. Tan sólo un par de ellas, acaso, en el equipo titular para Carlo Ancelotti, el técnico que ha devuelto, desde la calma, al éxito al conjunto madridista.
La final la comienza ganando en los despachos el San Lorenzo. La presión de su presidente se impuso. La FIFA tenía decidido que el árbitro del partido sería el portugués Pedro Proenca, pero finalmente será el guatemalteco Walter López el encargado de impartir justicia. Satisfacción en el club argentino y molestia en el español.
Se defiende el San Lorenzo de antemano y promete no recortar la diferencia de calidad con su rival apelando a la dureza y el “otro futbol”. “Dios está demasiado ocupado como para pensar en San Lorenzo”, aseguró su entrenador, Edgardo Bauza, aunque es consciente de que una ayuda celestial no le vendría mal para frenar a un Real Madrid que parece imparable.
Mucho tendrá que cambiar la imagen el San Lorenzo. En semifinales estuvo a punto de ser eliminado por un equipo semiprofesional como el Auckland City. Le salvó su mayor experiencia, acuciado por los nervios del debut y el desorden, y la entrada en el campo de Leandro Romagnoli.
Es, junto a Pablo Barrientos, el jugador que da sentido a su juego en ataque. Recién recuperado de una luxación de codo sufrida el pasado mes de octubre, su técnico aún le ve alejado del tono físico deseado como para darle la titularidad.
El “Patón” Bauza, que ya perdió una final del Mundial de Clubes como técnico del Liga de Quito y ante Cristiano Ronaldo en el Machester United, mantiene una única duda. El cansancio acumulado en una semifinal con prórroga y un día menos de descanso que el Real Madrid no le invitarán a retocar su equipo. Jugarán los mismos que la semifinal, pendiente de la evolución del medio centro paraguayo Néstor Ortigoza.
Héroe en la Copa Libertadores conquistada y tras perder jugadores de la importancia de Correa, Piatti y Gentiletti, que se marcharon por la falta de liquidez del club, el San Lorenzo confía en que Ortigoza se recupere de sus molestias en un tendón de aquiles. La garra, la fe y el sentimiento de vivir el partido de sus vidas, empujan a los argentinos a visualizar el triunfo soñado.
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