Los latinos no ahorran suficiente para su jubilación
¿Dónde están los ahorros para su jubilación? Para muchos latinos, esa pregunta no tiene respuesta.
El producto financiero más popular es la cuenta corriente. Los planes de jubilación, por el contrario, no se terminan de asentar en esa comunidad y una de las muchas razones es que los servicios financieros no han logrado conectar física o culturalmente con sus potenciales clientes, según una encuesta de la firma Prudential.
La realidad mostrada por la encuesta es, además, que los planes de pensiones, seguros o inversiones no son la primera preocupación de un segmento de población cuya prioridad es hacer frente a objetivos de corto plazo que impiden tener metas a largo.
Estos objetivos no solo pasan por cubrir las necesidades económicas inmediatas con recursos muy ajustados, sino que están muy definidos por una cultura que valora más intensamente que el resto en EEUU el apoyo a sus familiares, tanto a hijos como a padres. Es decir, que es más importante dar educación y proteger a los hijos y a los padres que ahorrar para el futuro.
El problema que plantea esta baja preparación financiera es que en el futuro los latinos harían frente a una fuerte inestabilidad económica por falta de recursos. Y es un problema también para las administraciones dado que se espera que la tasa de crecimiento de esta comunidad sea del 167% en las próximas cuatro décadas, frente al 42 por ciento del resto de la población.
La encuesta de Prudential se hizo entrevistando a latinos con ingresos anuales de 25 mil dólares en adelante y revela que incluso quienes tienen altos recursos carecen de una planificación similar a la del resto de la población.
Por otro lado, los latinos, en general son conservadores financieramente y tienen aversión al riesgo, en parte derivado por la inestabilidad financiera en Latinoamérica y la reciente experiencia en EEUU. Según la encuesta, se describen más como ahorradores que como inversores aunque muchos indicaron no ser ni lo uno ni lo otro. La mitad dijo tener un entendimiento "pobre o muy pobre" de los planes de pensiones de sus empresas, cuando tienen acceso a ellos.
Este bajo perfil financiero es también una asignatura pendiente para las entidades financieras porque a las presiones económicas e influencias culturales se une el hecho de que esta comunidad tiene la mitad de probabilidad de contar con asesores profesionales, según observa Prudential.
Solo un 15 % trabaja con un profesional, comparado con el 30% de la población en general. El problema no suele ser el idioma, sino la falta de confianza y la poca involucración de estos en las comunidades locales. Al tomar decisiones los latinos confían antes en el consejo de familiares y medios de comunicación que en los asesores lo que limita sus opciones.
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