Diez cosas que debe evitar para no ser un turista detestable
En los viajes algunos comportamientos pueden afectar a aquellos con quienes viajamos.
Viajar no es tan sencillo como parece. En los viajes, como en la vida diaria, algunos comportamientos pueden afectar la vida cotidiana no solo de la gente con la que viajamos sino de los mismos destinos.
1. El que siempre se tarda y deja esperando a sus compañeros de viaje. Este tipo de turista es supremamente irritable, sobre todo cuando se trata de excursiones en grupo. Además de alterar el itinerario y los planes de todos, puede hacer, incluso, que se pierdan reservas o vuelos. Cuando se viaja en grupo hay que entender que todos dependen de todos.
2. Hay turistas que no tienen el más mínimo respeto con los destinos que visitan: arrojan basura, se suben a los monumentos -o suben a sus hijos- para tomarse fotos, o quieren dejar su nombre marcado en cualquier lugar.
3. No deja de ser menos irritante el turista que trata mal a los guías, meseros y otros servidores turísticos, todo porque "está pagando". O el que llena sus bandejas de comida –que no se va a alcanzar a comer- porque tiene todo incluido.
4. El que no se interesa por el patrimonio y las tradiciones locales, no visita sus museos, monumentos, lugares históricos o tradicionales como las plazas de mercado. También el que lo crítica todo o compara con otros viajes, o se queja por el clima, la comida, el hotel, el tráfico, y no sabe adaptarse al entorno ni se deja conquistar por la cultura y los atractivos locales. O el que cree sabérselo todo y se la pasa interrumpiendo a los guías. (Lea también: Las 10 conductas que las azafatas más odian de los pasajeros)
5. No resulta menos irritable el turista que llega a un destino y lo primero que hace es buscar una red de wifi para conectarse, en lugar de conocer y disfrutar de las cosas que le puede brindar el lugar. Buscan conectarse a internet para compartir sus fotos en redes sociales antes de explorar y disfrutar del lugar.
6. Con las fotos hay muchos comportamientos incómodos: el que le quiere tomar fotos a todo y hace esperar a los demás, o que pide que le tomen fotos en todo momento y lugar. Hay quienes, incluso, exponen su vida para tomarse una selfie en lugares o situaciones peligrosos.
7.También es incómodo el turista que se toma por su cuenta los lugares y monumentos, y deja esperando a los demás que también quieren una foto allí. Tomar fotos con las tabletas no solo no es práctico: ocupan mucho espacio y le quitan encanto a los paisajes.
8. El que se emborracha y se la quiere pasar de fiesta en fiesta. Por estar en ese plan se pierden la oportunidad de conocer los destinos y afectan las actividades de los demás, pues, seguro, van a llegar tarde al día siguiente o no se van a querer levantar.
9. El que descuida su higiene personal y genera malos olores que resultan incomodísimos, sobre todo en hoteles, restaurantes, aviones y otros medios de transporte. Nada peor que tener que dormir en un hostal con un extraño que huela feo. (Lea también: Las doce cosas que nunca debe hacer en un avión)
10. El peor de todos es aquel que llega buscando el llamado turismo sexual y de drogas. Sobre todo el que busca a menores de edad para explotarlos sexualmente. Ese no solo merece el repudio y las denuncias de todos: merece ir a la cárcel.
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