¿Al fin qué pasó con el Philae sobre el cometa?
Rosetta es la misión más compleja que ha llevado a cabo la Agencia Espacial Europea (ESA)
Puede que haya muerto, o puede que no. Tal es la incertidumbre sobre el módulo Philae que el 12 de noviembre se posó sobre el cometa 67P.
Se posó es un decir, pues rebotó dos veces antes de aterrizar en un sitio no previsto, que alteró la misión.
Destinado a analizar lo que veía y encontraba en un lapso de 60 horas, el módulo completó casi todas sus tareas antes de perder sus baterías principales y no poder recargar las secundarias.
Pero ¿qué detectó antes de quedar sin baterías?
Oficiales del Centro Aerospacial de Alemania expresaron que Philae ‘olió’ moléculas orgánicas en la superficie del cometa, aunque los análisis no han revelado qué tipo de moléculas.
Los científicos creen que los cometas fueron vitales para el origen de la vida en la Tierra, trayendo no solo agua sino esa clase de moléculas. De confirmarse sería un aporte interesante.
Lo otro que encontró el módulo, lanzado desde la sonda Rosetta que aún sigue al cometa en su periplo hacia el Sol, fue una superficie dura, más dura de lo que se creía, según Tilman Spohn, del Instituto de Investigación Planetaria. Es tan duro como el hielo, se comprobó al activar una de las herramientas a bordo del explorador.
Una de las grandes incógnitas es si el módulo logró taladrar la superficie para recoger muestras y analizarlas. Con los datos enviados no había seguridad. Esa fue una de las últimas órdenes.
Si revivirá el módulo es la esperanza, pero no hay certeza. Cuando el cometa se acerque más al Sol quizás se iluminen más los paneles solares y Philae reviva, como espera Mario Salatti, uno de los directores del programa .
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