EEUU: Líderes afroamericanos llaman a la paz en Ferguson
Más de un millar de personas se concentraron en la iglesia Greater Grace Church para pedir la paz en Ferguson.
Familiares, amigos y ciudadanos de Ferguson, en Missouri, pidieron justicia para Michael Brown, el joven afroamericano que murió por los disparos de un policía la semana pasada, durante un acto en el que se pidió unidad y paz tras varios días de disturbios.
Los padres del joven, Lesley McSpadden y Michael Brown, estuvieron acompañados de más de un millar de personas que se concentraron en la iglesia Greater Grace Church, incluido el influyente reverendo afroamericano Al Sharpton, que manifestó que la muerte del joven va a ser un punto de inflexión sobre el trato policial en Estados Unidos.
"El caso de Michael Brown va a cambiar esta ciudad", aseguró el reverendo, que pidió que no se hagan saqueos "en nombre de Michael", sino que los residentes de Ferguson ejerzan su presión acudiendo a las urnas.
La muerte del joven sacudió una localidad de 21,000 habitantes cercana a Saint Louis, que en cuatro décadas ha visto cómo la minoría afroamericana pasó a representar dos tercios de los residentes, mientras que los blancos continúan copando los puestos de decisión política y siendo mayoría en la Policía.
"Ustedes tienen que empezar a votar y dejarse ver, una participación del 12 por ciento es un insulto para sus hijos", espetó el reverendo, considerado un líder de la comunidad afroamericana en el país y quien ha sido muy crítico con la actuación policial en este caso.
Un primo de Brown, Ty Pruitt, que cuando subió al estrado puso los brazos en alto en señal de rendición, como dicen algunos testigos que murió Brown, aseguró que su primo murió sin motivo.
"Lo que quiero que todos recuerden es que Michael Brown no es solo un joven chico negro. Era un ser humano" declaró Pruitt, que denunció que Brown "no era un animal, pero es como fue matado".
Johnson pide perdón a la familia de Brown.
El capitán de la Patrulla de Carreteras del estado de Missouri, Ron Johnson, vecino de la localidad y al que se le encargó hacerse cargo de la seguridad en Ferguson la semana pasada tras los altercados con la Policía local, pidió perdón a la familia por lo sucedido y aseguró que tras este episodio Missouri "va a ser mejor".
"Quiero empezar hablando a la familia de Mike Brown. Quiero que sepan que mi corazón está con ustedes, y les digo que lo siento", dijo Johnson, ante unas 1,300 personas en la iglesia Grace Church de Ferguson.
"Este es mi vecindario. Ustedes son mi familia, ustedes son mis amigos y yo lo soy suyo", dijo entre los aplausos de los asistentes a los que garantizó que protegerá.
Johnson, afirmó que permanecerá en esa localidad "tanto tiempo como haga falta" para aclarar los hechos y devolver la calma a la población.
"Las últimas 24 horas han sido muy duras para mí", dijo el agente, al que le tocó lidiar con las protestas la pasada noche, después de que comenzara el primer día de toque de queda decretado por el gobernador de Misuri, Jay Nixon.
Al menos una persona resultó herida en un incidente que se está investigando si estuvo relacionado con las protestas y otras siete fueron detenidas durante la pasada madrugada.
En el acto también participó Martin Luther King III, hijo del activista de los derechos civiles, que señaló que los "departamentos de policía necesitan relaciones humanas, diversidad y entrenamiento de sensibilización".
Horas antes, en un acto independiente, un pequeño grupo de manifestantes rezaron tomados de la mano, cerca del lugar donde Brown fue abatido.
"Perdonen, pero necesitamos respuestas sobre Michael Brown", señalaba una pancarta exhibida en el lugar. En la mañana el activista por los derechos civiles Al Sharpton encabezó una ceremonia religiosa. "Cuando un policía se equivoca debe asumir las consecuencias, como cualquier ciudadano", enfatizó.
La muerte de Brown a manos de un policía ha avivado el debate sobre el uso excesivo de la fuerza policial contra los afroamericanos y otras comunidades.
Otra noche de toque de queda en Ferguson
En tanto, las autoridades extendieron por segunda noche consecutiva la vigencia del toque de queda en Ferguson.
Inicialmente el gobernador Jay Nixon había decretado el toque de queda entre la medianoche del sábado y las 05:00 horas del domingo con el propósito de "mantener la paz" para permitir que se puedan investigar las circunstancias en que murió Michael Brown.
La primera noche del toque de queda se saldó con un balance de una persona herida y siete detenidos, mientras la Policía usaba bombas de humo y disparaba gas lacrimógeno para dispersar a unos 200 manifestantes que desafiaron la medida impuesta por el gobernador Nixon.
Nixon había justificado la instauración de un toque de queda "para proteger a las personas y las propiedades de Ferguson" y pemitir que la justicia opere.
Asimismo, el Departamento de Justicia de EEUU anunció que realizará su propia autopsia del cadáver de Michael Brown como parte de una investigación independiente.
"Debido a las circunstancias extraordinarias que rodean el caso y a petición de la familia de Brown", el fiscal general Eric Holder ha ordenado que personal médico federal realice una segunda autopsia al cuerpo del joven, según informó el portavoz del Departamento de Justicia, Brian Fallon, en un comunicado.
El portavoz dijo que la autopsia se realizará "lo antes posible" al tiempo que señaló que los funcionarios del Departamento de Justicia que trabajan en el caso también tendrán en cuenta el examen realizado por las autoridades estatales para su investigación.
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