EEUU: ¿Sería el tema migratorio decisivo para ganar las próximas elecciones?
“Lo que motivaría a más votantes latinos serían permisos de trabajo a los padres indocumentados”
Estamos en la víspera del anuncio de medidas administrativas que tomará el presidente Obama, por falta de una reforma migratoria legislada por el paralítico Congreso federal. Por ende, las preguntas indicadas para todo el mundo interesado en este tema serían ¿qué queremos que haga? y ¿cómo reaccionar a lo que se anuncia?
El momento se asemeja mucho al que vivimos un par de años atrás, cuando después de más de una década durante la cual el Congreso falló en sacar el bipartidista Dream Act para los migrantes quienes llegaron de niños y adolescentes, el presidente autorizó al Departamento de Seguridad Interna (DHS) a que implementara la política de “acción migratoria diferida” conocida como DACA.
Con base en esa experiencia, el mundo político se dio cuenta de lo que querían y lo que motivaría políticamente a los latinos. La gran interrogante en ese año electoral era si los latinos votarían por la reelección de Obama con el entusiasmo que lo hicieron en 2008, o si lo castigarían por haber fallado en producir la prometida reforma migratoria integral.
Resultó que en Noviembre de 2012 los latinos superaron todas las expectativas, votando a un nivel record, y favoreciendo a Obama con un porcentaje mayor al que le dieron en 2008 — rebasando el 70%. Desde entonces, con la implementación de la acción diferida en beneficio de medio millón de los “Dreamers,” los votantes latinos no han cambiado de opinión. Una encuesta reciente de Latino Decisions encontró que el 77% de ellos dicen que DACA los hizo favorecer a los Demócratas más que antes.
Con DACA, Obama le apostó al voto latino y ganó contundentemente. Pero había más.
Al ponerle un primer período de dos años a la acción diferida – en combinación con la respuesta electoral aquel Noviembre de los latinos -- se le dio un enorme impulso a la causa de la llamada reforma migratoria comprehensiva en Washington. Para los Republicanos, el hecho de que el presidente ganara su apuesta política y su reelección les fue un jalonazo brutal de orejas.
A los dos años — es decir, ya, ahora — estaríamos frente a las elecciones legislativas. DACA sirvió, por lo menos al principio, como un reloj de arena, o bomba de tiempo: los legisladores se dieron cuenta de que sólo negociando la reforma se podría desactivar el tema migratorio antes de las elecciones intermedias — ante la amenaza de no sólo la renovación de DACA sino la posibilidad de que la próxima vez la Administración podría tomar pasos adicionales para dar alivio migratorio a familias enteras.
Así es que vimos casi de inmediato tras las elecciones el impresionante esfuerzo bipartidista del “grupo de ocho” senadores, quienes lograron la aprobación de su paquete de reformas con una amplia mayoría en la cámara alta el año pasado.
Desde entonces el balón ha estado en la Cámara de Representantes.
Al final de cuentas, a principio de verano, los jefes Republicanos quienes mandan en la cámara baja anunciaron que siempre no — ni someterían a voto el proyecto de ley aprobado por el Senado ni avanzarían uno propio. La apuesta política de ellos es que no hay que temerle al voto latino en una elección intermedia, cuando el presidente no aparece en la boleta.
En otras palabras, los congresistas Republicanos le pasaron el balón de nuevo a la Casa Blanca. En respuesta, y a pesar de la emergencia humanitaria en la frontera con los niños recién llegados, el presidente declaró el mes pasado que tomaría acción administrativa para aliviar la situación migratoria de un buen número de indocumentados, ya para fines de Agosto.
La misma encuesta antes citada les preguntó a los votantes latinos cómo afectarían a sus intenciones de voto ciertas hipotéticas medidas de alivio migratorio que Obama podría autorizar. Resulta que la renovación de DACA les brindaría a los Demócratas en las próximas elecciones un beneficio mayor al de antes: 84% de los votantes latinos dice que estaría más dispuesto a votar por ellos.
Lo que motivaría a todavía más votantes latinos serían medidas autorizando permisos de trabajo a los padres indocumentados de niños nacidos en Estados Unidos (87%), o para todos los indocumentados que llevan diez o más años residiendo en este país (88%).
¿Por qué ver cuáles serían las consecuencias políticas de tales medidas? La razón es de suma importancia para los que favorecen una reforma migratoria legislada, permanente, más allá de alivios administrativos que una próxima administración podría revocar de noche a la mañana al tomar poder.
Ya vimos en el 2012 que cuando los latinos responden de manera decidida a medidas como DACA – castigando en las urnas a los que se oponen a toda reforma migratoria – el resultado es que los legisladores se ponen las pilas y empiezan a negociar soluciones legislativas.
La conclusión está clara: el presidente bien puede anunciar en breve el esperado alivio migratorio administrativo para millones de migrantes, pero la permanencia de tales medidas quedará en manos de los votantes latinos en Noviembre.
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