El Maratón de Boston regresa con más fuerza

Un año después de la tragedia, 36.000 atletas participan en la carrera para luchar contra el miedo y rendir homenaje a los fallecidos


Decenas de miles de corredores y una multitud de espectadores se lanzaban este lunes a las calles de Boston bajo un fuerte operativo de seguridad para recuperar el maratón más antiguo del mundo, tras el trauma del doble atentado de 2013.

"Queremos mostrar que el espíritu del corredor es muy resistente y fuerte. Este año volvemos más y mejor que nunca. El pueblo de Boston será el doble de numeroso y el doble de ruidoso", dijo Amby Burfoot, campeón en Boston en 1968 y que con 67 años vuelve a correr tras no haber podido concluir la prueba en 2013 por los ataques.

Más de 3.500 policías (el doble del año pasado) y 60 agencias de seguridad gubernamentales vigilan la edición 2014 del maratón en la ciudad de Massachusetts (noreste de Estados Unidos), escenario de las explosiones de dos bombas artesanales en la línea de llegada el 15 de abril de 2013 que dejaron tres muertos y 264 heridos.

Un momento de silencio estaba previsto a las 08:45 am locales en Hopkinton, lugar de la largada, y cinco minutos más tarde se lanzaría la primera tanda de participantes, los discapacitados, anunció la Asociación Atlética de Boston (BAA, según sus siglas en inglés).

Un cielo azul inmaculado y un sol radiante reinaban sobre Boston con una temperatura de 4º grados temprano a la mañana, buenas condiciones para los cerca de 36.000 participantes, unos 9.000 más que en los últimos años y muy cerca del récord de 38.708 del maratón del centenario de 1996.

Los organizadores establecieron una serie de medidas draconianas para los participantes, incluyendo una política "sin mochila", en respuesta al hecho de que fue allí que los autores de los ataques, los hermanos de origen checheno Tamerlan y Dzhokhar Tsarnaev, escondieron las ollas a presión convertidas en bombas.

Los espectadores tenían las mismas directivas de seguridad aunque sin la prohibición expresa de la posesión de mochilas, advertidos de todos modos de que quienes las lleven serían objeto de demoras al atravesar los controles de seguridad.

Al justificar estas medidas, el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, explicó que se buscó "un equilibrio entre una seguridad reforzada y preservar el ambiente familiar".

"Nunca los olvidaremos"

El orgullo de la ciudad podía verse en las decenas de camisetas con el lema "Boston fuerte" vestidas de manera orgullosa y en pancartas en tiendas, restaurantes y hoteles en toda la ciudad.

Las autoridades estadounidenses homenajearon a las víctimas el martes pasado en coincidencia con el primer aniversario exacto de los atentados, pero la emoción es la dueña de esta edición de la prueba de 42,195 km que se corre desde 1897.

"Los fans son la atracción estelar. Somos 36.000 corredores y tenemos suerte de ir en medio de desfile, con fans a ambos lados del camino. Nos sentimos todos muy afortunados de participar de esto", afirmó Amby Burfoot.

Para Josef Klobusnik, un eslovaco de 55 años que vive en Minnesota (norte) y que vuelve a la prueba tras haberse ausentado en 2013, volver a correr en Boston "es más que simplemente correr".

En una de las tantas historias conmovedoras de la carrera, la joven Heather Abbott, que sufrió la amputación de parte de su pierna, estaba entre los espectadores para apoyar a Erin Chatham y Peter Riddle, que ayudaron a salvar su vida aquella tarde de 2013.

En la línea de llegada en la calle Boylston se erigió un pequeño memorial en homenaje de las víctimas.

"Nunca los olvidaremos", decía un letrero junto a cuatro cruces con los nombres de los muertos (tres el día de la carrera y un oficial de policía baleado días después cuando los Tsarnaev intentaban huir) escritos en un corazón rojo.

Estrellas y viejas glorias

En lo estrictamente deportivo, el etíope Lelisa Desisa, cuya victoria el año pasado pasó casi desapercibida, partía como favorito en Boston, uno de los seis maratones más importantes del mundo y parte del prestigioso circuito World Marathon Majors.

Desisa, de 24 años, se reunió con varias de las víctimas de los atentados para afirmarles que eran "una fuente de inspiración" e indicó que correrá para mostrar que no tiene "miedo".

Como Burfoot, otros exganadores históricos de la prueba también participaban de la carrera el lunes, entre ellos la estadounidense Joan Benoit Samuelson (vencedora en 1979 y 1983) y el italiano Gelindo Bordin (1990).

Los hermanos Tsarnaev habían sido identificados como autores de los ataques días después del maratón de 2013 gracias a filmaciones de cámaras y miles de fotografías.

Tamerlan, de 26 años, fue abatido por la policía el 19 de abril luego de haber matado a un oficial, y Dzhokhar, de 20 años actualmente, fue capturado horas más tarde y espera su juicio acusado de 30 cargos federales.

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