Vaticano: prelado condena el suicidio de Brittany Maynard

Brittany Maynard planeó su muerte luego de saber que tenía cáncer cerebral.


El director de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Ignacio Carrasco de Paula, calificó de "reprensible" el suicidio de Brittany Maynard, quien padecía de cáncer cerebral incurable quien dijo que quería morir con dignidad.

El prelado, máxima autoridad en bioética en el Vaticano, dijo a la agencia noticiosa ANSA que "la dignidad no es poner fin a la propia vida".

El suicidio de Brittany Maynard en Oregon el sábado, después que la declaración de sus motivos suscitó una acción política, ha agitado el debate acerca del suicidio asistido para los enfermos incurables.

Monseñor Carrasco de Paula dijo que "el acto de Brittany Maynard en sí es reprensible, pero no podemos saber qué pasó por su conciencia".

Advirtió que no juzgaba individuos "sino que el gesto en sí debe ser condenado".

Maynard dijo en una entrevista a la CBC News a mediados de octubre que su decisión no se debía considerar suicidio. "El cáncer está acabando con mi vida. Estoy eligiendo acabar con ella un poco antes y con mucho menos dolor y sufrimiento", dijo entonces Maynard.

Defensores y detractores

Los defensores de aumentar las leyes del derecho a morir a más que un puñado de estados esperan que la atención sobre la historia de la joven se prolongue hasta el año nuevo, cuando comienzan las legislaturas de los estados.

Sin embargo, ese optimismo se encontrará con la realidad política de que leyes de esta clase llevan años en proceso, a menudo sin éxito.

"El suicidio nunca es una buena solución, al margen de la situación a la que se enfrente uno", dijo Judie Brown, presidenta de la Liga de Vida Americana, un grupo católico.

Maynard, enferma terminal con un tumor cerebral, estuvo en torno a un mes ante el ojo público, tras anunciar que ella y su marido, Dan Diaz, se habían mudado a Portland desde el norte de California para que ella pudiera ampararse en la ley de Oregon para poner fin a su vida bajo sus propios términos.

Maynard dijo a la prensa que tenía previsto morir el 1 de noviembre, y el sábado cumplió sus planes. Tenía 29 años.

La joven acudió al grupo activista Compasión y Elecciones durante el verano, esperando que contar su historia llevara a acciones políticas en California y otras partes del país. Que eso llegue a ocurrir aún está por ver. Sin embargo, Maynard logró aumentar la concienciación sobre un tema que estaba entre lo más comentado en Facebook y Twitter después de su muerte.

"La gente más joven apoya la muerte digna a niveles muy altos, pero no es necesariamente relevante o prominente para sus vidas", dijo Sandeen. "Creo que la historia de Brittany Maynard lo hace real".
Los conservadores sociales criticaron duramente la decisión de Maynard, y es improbable que ninguna legislatura controlada por republicanos considere leyes de derecho a la muerte.

La legisladora republicana Elaine Harvey, líder de un comité legislativo que gestiona temas de salud en Wyoming, dijo no ver posibilidad de que su estado apruebe una ley que permita el suicidio asistido por médicos.

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