Miles exigen justicia al gobierno mexicano por los estudiantes de Ayotzinapa

Autoridades continúan interrogando a José Luis Abarca y a su esposa, pero no dicen nada sobre estudiantes


Al ritmo de porras, consignas y exigencias al gobierno para que los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre regresen a casa con vida, dio inicio la tercera marcha de Acción Global por Ayotzinapa en la Ciudad de México.

Sobre la lateral de Avenida Reforma, en el centro financiero de la capital, miles de personas alzaban la voz contra el gobierno mexicano. Para María Verza, corresponsal del diario El Mundo, los gritos de "Fuera Peña, Fuera Peña", "Fue el Estado" o "Si no hay solución, habrá revolución", fueron mucho más numerosos que en ocasiones anteriores.

La cifra de asistentes no es clara, los organizadores aseguran que hubo más de 100.000 manifestantes, mientras el gobierno de la capital mexicana (Distrito Federal) calcula que fueron 20.000. En lo que todos coinciden es que la marcha transcurrió pacíficamente.

Entre el contingente, que partió de la residencia oficial de Los Pinos, participaron los padres de los jóvenes estudiantes que portaban pancartas con fotografías de sus hijos. Ellos habían anunciado el martes su movilización a la Ciudad de México tras confirmarse la detención del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, y de su esposa María de los Ángeles Pineda, vinculados a la desaparición de los muchachos.

Al llamado de justicia de los padres de los 43 estudiantes se sumaron principalmente estudiantes de las mayores universidades públicas y privadas del país - la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Iberoamericana - quienes además anunciaron un paro desde el miércoles hasta el viernes como protesta por la desaparición de los jóvenes. El contingente también incluyó a organizaciones sociales, sindicatos y colectivos de artistas.

“Nuestros hijos están vivos”

Cerca de dos horas después de iniciada la marcha, los padres de los estudiantes arribaron al Zócalo de la ciudad donde, desde un templete, emitieron diversos mensajes y agradecieron la solidaridad de los ciudadanos.

"No nos interesa a cuántos agarren, a nosotros nos interesa que nos regresen a nuestros hijos", expresó uno de los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa durante un mitin en el Zócalo capitalino.

También aseguraron que las autoridades quieren cerrar el caso pero no van a permitir que les digan que encontraron muertos a los jóvenes, pues indicaron que para ellos están vivos hasta no tener los resultados de los exámenes que realizaron los peritos argentinos a los cuerpos hallados en las fosas clandestinas en Iguala y Cocula.

"De manera descarada pretenden cerrar el caso de Ayotzinapa con una conferencia de prensa en donde van a anunciar que los normalistas están muertos. Para nosotros están vivos nuestros hijos, porque vivos se los llevaron ¡y vivos los queremos!", dijo Felipe de la Cruz, vocero de los familiares.


Uno de los padres aseguró que el gobierno federal prepara una conferencia de prensa para anunciar que los jóvenes están muertos. "Pero no es cierto, nuestros hijos están vivos", dijo.

"Queremos Peña Nieto que nos entregue a nuestros hijos, porque ya estamos cansados, ya son muchos días, ya estamos desesperados. Este gobierno no sirve para nada", señaló uno de los padres.

Anuncian una caravana por todo el país

Como parte de las acciones acordadas entre universitarios, la Ciudad de México vivirá tres días de huelgas, protestas y marchas universitarias que se sumarán a las numerosas manifestaciones de las últimas semanas en todo el país.

Paralelamente en Morelos se lleva a cabo la Caravana "43x43. Ni un desaparecido más". Este contingente salió de Guerrero a inicios de semana y planea llegar a la Ciudad de México el 9 de noviembre.

Durante el mitin en el Zócalo de la capital mexicana, Omar García, un estudiante de la Escuela de Ayotzinapa anunció que planean una “Caravana de las indignaciones” que busca recorrer el país, con el propósito de articular un movimiento nacional para reunir a otras personas que viven la desesperación de tener un familiar desaparecido o han sido víctimas de algún delito.

"En los próximos días, mientras ellos anden de gira a nivel internacional, nosotros pretendemos realizar una caravana con el nombre de 'caravana de las indignaciones', porque no es solamente la nuestra, tenemos que ir recogiéndolas todas", señaló García en alusión al próximo viaje que el presidente Enrique Peña Nieto tiene previsto a China y Australia.

“No le tenemos miedo a nada, sólo tenemos miedo a que la gente siga callada, que no vea lo que está pasando en el país”, señaló el estudiante de Ayotzinapa.

“Ya no queremos que los busquen en fosas, los queremos vivos, a nuestros compañeros los esperamos con los brazos abiertos, si ellos (las autoridades) no los encuentran vamos a ir a buscarlos”, agregó García.

Las protestas en Guerrero

Mientras tanto, organizaciones civiles y religiosas se reunieron en el Zócalo capitalino desde el martes para comenzar un periodo de 43 horas de ayuno y oración por los desaparecidos, que inició a las 18:00 (hora local) del miércoles.

Otra de las acciones que realizaron grupos de estudiantes, maestros y autodefensas fue cortar varias carreteras en México para exigir la aparición de sus compañeros. 

En torno a las 10:30 hora local, un grupo de estudiantes de magisterio y profesores de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) cortaron la Autopista del Sol a su paso por la capital de este estado. Alrededor de las 17:00 horas reabrieron la circulación.

El tráfico de esta vía que une la capital mexicana con la turística ciudad de Acapulco fue cortado en ambos sentidos y no se permite el paso a ningún vehículo.

Los participantes en esta protesta exigen la aparición con vida de los 43 estudiantes que fueron detenidos por policías y entregados al grupo criminal Guerreros Unidos la noche del 26 de septiembre en Iguala, cuando también murieron 6 personas y 25 resultaron heridas.

En otra protesta similar, un grupo de policías comunitarios de Guerrero cortaron la carretera Chilpancingo-Chilapa, a su paso por Tixtla, municipio en el que se encuentra la escuela Normal Rural de Ayotzinapa a la que pertenecen los jóvenes desaparecidos. En este municipio las autodefensas tomaron también un supermercado.
En la carretera que une Acapulco con Zihuatanejo, a la altura del municipio de Atoyac de Álvarez, también se están realizando bloqueos.

Exigen más información sobre declaraciones de Abarca

México exige que la detención del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, considerados los autores intelectuales de los ataques a estudiantes, esclarezca la suerte de los jóvenes.

Desde que se supo de la detención del excaldade prófugo y su mujer, un grupo de padres de las víctimas y alumnos de Ayotzinapa, se desplazaron a la capital para recibir información de primera mano de la fiscalía. Y el día de hoy planean dar una conferencia para ofrecer su postura ante los hechos.

El martes, el fiscal general consideró que la captura de Abarca y su esposa supuso un paso "importante" para las investigaciones e hizo votos para que "en pocos días" pueda dar una "información mayor y más profunda" sobre la suerte de los chicos.

Conocidos como 'La pareja imperial' de Iguala por su poder y ostentación forjado en un emporio joyero, los prófugos Abarca y Pineda fueron detenidos por policías federales en una vivienda del popular barrio de Iztapalapa, en la Ciudad de México.

Pineda es hermana de tres destacados narcotraficantes y ha sido señalada por la fiscalía de ser la principal operadora de los Guerreros Unidos en Iguala.

La pareja empezó a rendir declaración ante la fiscalía general a altas horas de la madrugada del martes, sin que se hayan conocido hasta el momento el contenido de sus esperadas revelaciones.

Una joven llamada Noemí Berumen también fue detenida en el operativo por supuestamente haberlos ayudado a esconderse.

Los hasta ahora fugitivos más buscados de México, huyeron de esa importante ciudad del empobrecido y violento estado de Guerrero cuatro días después de los ataques.

La fiscalía cree que Abarca ordenó a sus policías que reprimieran a los estudiantes la noche del 26 de septiembre por temor a que sabotearan un evento oficial encabezado por su esposa, que pretendía suceder a su marido como alcaldesa en 2015.

Al menos 22 policías de Iguala, una ciudad de 140.000 habitantes a unos 200 km del DF, están detenidos acusados de disparar a los jóvenes y entregarlos después a los Guerreros Unidos.

Las autoridades no han reconstruido lo que sucedió a partir de este momento aunque, por declaraciones de otros detenidos, temen que los jóvenes desaparecidos fueron asesinados y enterrados.

Sin embargo, recalcan que no darán credibilidad a esta versión hasta encontrarlos.

El gobierno mexicano ha detenido al menos a 59 personas por este crimen que ha levantado una indignación sin precedentes en el país y ha motivado reclamos internacionales como los de la ONU y Estados Unidos.

La falta de noticias sobre los estudiantes ha hecho que decenas de miles de mexicanos hayan participado en numerosas protestas para exigir justicia por este crimen, que ha torpedeado la voluntad de Peña Nieto de centrar la atención en sus ambiciosas reformas económicas y no en la violencia del narcotráfico, que marcó la anterior presidencia de Felipe Calderón (2006-2012).

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