Explorando los misterios marítimos de Titán

Los datos de radar de la Cassini revelan la profundidad de algunas zonas de un mar de metano y etano líquidos en Titán

La sonda espacial Cassini de la NASA continúa sus aventuras en la oceanografía extraterrestre con nuevos hallazgos sobre los exóticos mares de hidrocarburos de Titán, una luna de Saturno. 


Durante un sobrevuelo reciente del astro, la sonda hizo mediciones remotas de las cotas de profundidad cerca de la desembocadura de un valle fluvial inundado y observó nuevas e inesperadas estructuras marítimas brillantes que podrían estar relacionadas con la misteriosa estructura que los investigadores bautizaron como “isla mágica”.
 
Con gran sorpresa, los científicos de la Cassini han constatado la aparición de dos nuevas estructuras brillantes en el océano más grande de Titán, el Mar del Kraken. 

A diferencia del caso de una estructura misteriosa brillante que previamente fue avistada en otro de los océanos de Titán, el Mar de Ligeia, las nuevas en el Mar del Kraken fueron observadas tanto en datos de radar como en imágenes del espectrómetro VIMS de la Cassini. 

Disponer de observaciones en dos longitudes de onda diferentes proporciona a los investigadores importantes pistas sobre la naturaleza de estos enigmáticos objetos.
 
Los datos del VIMS sugieren que las nuevas estructuras podrían tener similitudes con lugares dentro y alrededor de los mares que el equipo de la Cassini ha interpretado como olas o suelo húmedo. Las observaciones apoyan dos de las posibles explicaciones que el equipo piensa que son las más probables: la de que las estructuras son olas, y la de que son detritos o “escombros” flotantes.
 
En el reciente sobrevuelo, la nave también hizo mediciones de altimetría (o altura), usando el instrumento de radar desde una orilla del Mar del Kraken hasta la opuesta.

En un sector de 40 kilómetros (25 millas) de longitud, a lo largo de la orilla oriental del mar, el radar de la Cassini obtuvo ecos de sus señales, y el análisis revela que la profundidad del mar en esa área, que está cerca de la desembocadura de un gran valle fluvial inundado, alcanza valores de entre 20 y 35 metros (entre 66 y 115 pies). Para el resto del sector rastreado, una banda de unos 160 kilómetros (95 millas), de orilla a orilla, la nave no obtuvo eco alguno.
 
Los científicos piensan que, para las áreas en las que la Cassini no observó ecos de radar del fondo marino, la explicación podría ser que el Mar del Kraken es demasiado profundo para que penetre el haz de señales del radar. 

O quizá las señales sobre esta región pueden simplemente haber sido absorbidas por el líquido, que consiste sobre todo en metano y etano. Los datos de altimetría para el área dentro y alrededor del Mar del Kraken muestran también pendientes relativamente pronunciadas que desembocan en el mar, lo que sugiere que podría efectivamente ser bastante profundo.
 
En enero de 2015, la nave intentará medir la profundidad del Mar de Punga, el más pequeño de los tres grandes mares en la zona norte de Titán, y el único cuya profundidad no ha sido examinada por la Cassini.
 
La misión Cassini-Huygens es fruto de la cooperación entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Italiana.

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