Encuentran en Croacia un horno con 6.500 años de antigüedad

Un grupo de arqueólogos ha descubierto una vivienda del Neolítico en la que, entre otras cosas, habrían sacrificado un bebé de 15 meses para conseguir mejores cosechas


Un equipo de arqueólogos ha localizado en Croacia una estufa de seis mil 500 años de antigüedad que se usaba para cocinar, caldear las viviendas y calentar agua, una tecnología considerada como revolucionaria para la época.

“El descubrimiento de estufas neolíticas no es algo muy extraordinario, pero ésta representa una verdadera revolución tecnológica para la época”, comentó hoy a Efe Marcel Buric, jefe del equipo de arqueólogos que descubrió el aparato en el yacimiento neolítico de Gradac.

La existencia de este tipo de estufas, llamadas “aga”, ya era conocido por los expertos, pero la aparecida ahora presenta como novedad la presencia en su interior de recipientes que se cree eran usados para calentar agua y servir como caldera.

Este hallazgo aporta pruebas a la creencia, basada en descubrimientos anteriores, de que estas estufas se usaban también para calentar agua.

“Hemos hallado en el horno los restos de al menos dos recipientes, de unos tres o cuatro litros cada uno, que suponemos servían para calentar agua”, dijo Buric.

Este tipo de estufas representaron un importante adelanto frente al hogar rudimentario, ya que podía colocarse en diferentes posiciones para aprovechar al máximo el calor, además de estar cubierta con una cúpula que prevenía los incendios.

“Los hogares sin protección fácilmente podían provocar incendios en casas con techo de paja, como eran las de aquella época. Éstas estufas con cúpula disminuían considerablemente el peligro”, explicó Buric, profesor en el Departamento de Arqueología Prehistórica de la Facultad de Filosofía de Zagreb.

El experto añadió que es fascinante el carácter polivalente de este horno, similar a las cocinas modernas, cuya construcción y diseño, que permitía suministrar suficiente aire y asegurar la salida de humos, requería un cierto nivel de conocimientos.

“Si tratamos de reconstruir la vida de una familia de hace 6.500 años, podemos imaginar que, gracias a esta estufa, tenían donde cocinar, un recinto caliente para estar y agua caliente para lavarse al volver de una larga jornada afuera”, describió.

El yacimiento de Gradac forma parte de una zona arqueológica neolítica que abarca partes de Croacia, Serbia y Bosnia, una de las regiones tecnológicamente más avanzadas hace 5.000 años.

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