Terminan de tejer el gran velo del Tercer Templo de Jerusalén

La revista Israel Today ha revelado que esta tarea está ya en su etapa final 


Este trabajo de la construcción del velo que separará los dos espacios más sagrados del culto judío es un avance más de las tareas que se están realizando en vistas a la construcción del Tercer Templo, patrocinado por el Instituto del Templo, entidad que afirma tendrá todo preparado para el culto una vez que el emblemático edificio se reconstruya en Jerusalén.

Varios elementos necesarios para el culto en el Templo ya están construidos siguiendo minuciosamente todas las instrucciones que se detallan en el libro de Éxodo.

Ahora le ha llegado el turno a la confección del gran velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo, una gran cortina de 20 metros de alto por 10 metros de ancho y 10 cm de espesor. Esta cortina es la que según los Evangelios se desgarró en el momento de la muerte de Jesús en la cruz (curiosamente es la imagen que ilustra el reportaje de Israel Today, que es la misma que ilustra esta noticia).

La revista Israel Today ha revelado que esta tarea está ya en su etapa final y la viene realizando un grupo de mujeres judías de Silo, (antigua Samaria), que se autodenominan "Las mujeres de la cámara de velo", que se encuentra en la zona norte de Jerusalén, a una media hora de la capital.

Además de las "las mujeres de la cámara de velo", hay otro grupo de mujeres que desde hace cuatro años ya han realizado las vestiduras sacerdotales necesarias para el culto del Templo, incluyendo pantalones especiales, túnicas, cinturones y sombreros.

Reconstrucción del "velo original"

Esta mujeres tardaron dos años de duro aprendizaje para dominar técnicas necesarias para tejer el velo según la orden que Dios le dio a Moisés en el Sinaí: "Haz una cortina de púrpura, carmesí, escarlata y lino fino, con querubines artísticamente bordados en ella" (NVI Éxodo 26:31). Esta es la descripción que se tiene, pero faltan en el texto bíblico las técnicas específicas para tejer los hilos especiales de seis espirales que requiere el texto bíblico, así como de qué forma producir los tonos correctos de tintes azules, púrpura y escarlata.

Uno de los retos más difíciles es poder incluir en el velo los rostros de los querubines enfrentados a una cabeza de águila a un lado del velo y la de un toro al otro.

Otra dificultad grande es la producción anteriormente mencionada de los colores exóticos necesarios para el velo. Para subsanarlo, se ha recurrido a la tradición judía y a los últimos descubrimientos arqueológicos.

Según la tradición Judía se usaban varias clases de conchas de crustáceos para los colorantes, de hecho en el libro de Ezequiel (27:7) se hace referencia al lugar de su obtención en la región del Egeo. Para la fuente de la tinta azul, por ejemplo, es habitual en la artesanía judía el uso de una criatura marina llamada khillazon, que se traduce como "caracol" en el hebreo moderno. Se supone también que el escarlata se obtiene del roble.

Todos estos datos se han comparado con tres clases de tejidos que fueron descubiertos en el año 2013 por excavaciones realizadas por la Autoridad de Antigüedades de Israel, que daban pistas concluyentes en relación al uso de estos colores en aquel tiempo.

Cortesía de : Mundo Cristiano

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