Megamarcha por los estudiantes llegó al puerto de Acapulco

Familiares de los desaparecidos encabezaron en silencio la marcha con las fotografías y los nombres de los estudiantes


Miles de manifestantes tomaron el viernes las calles del puerto turístico de Acapulco para exigir la localización de 43 estudiantes de magisterio, cuyo paradero se desconoce tres semanas después de que fueron detenidos por policías y presuntamente entregados a un cartel de las drogas.



Encabezados por familiares de los alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa, los miles de estudiantes, profesores y personas en general caminaron en una nueva movilización que busca presionar a las autoridades para obtener respuesta a un caso que ha indignado a diversos sectores dentro y fuera de México.

"Ya queremos que nos traigan a los hijos", dijo un hombre de 57 años, quien señaló que su hijo Carlos de 19 años está entre los desaparecidos, pero evitó dar su nombre por temor a represalias.
"Es mucho tiempo, estamos desesperando ya", añadió el hombre.

Los 43 estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre de Iguala, una localidad del estado sureño de Guerrero, luego de que policías municipales y civiles armados atacaran los camiones en los que se trasladaban y mataran a seis personas, tres de ellos alumnos de la Normal.

Familiares de los desaparecidos encabezaron en silencio la marcha con las fotografías y los nombres de los estudiantes, mientras a pocos metros las olas rompían contra el malecón y se desataba una fuerte tormenta de lluvia y viento.

Las familias avanzaron junto a los compañeros de sus hijos, encapuchados, que rompieron el silencio sólo para llamar asesino a Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero.

La policía no se presentó durante la movilización.

"Exigimos que el gobernador nos los entregue", dijo Clemente Rodriguez Moreno, de la ciudad de Tixtla y uno de los padres que salió de madrugada de la escuela en la que estudiaba su hijo Cristian Alfonso Rodriguez, de 19 años, uno de los desaparecidos el 26 de septiembre. Para él se trata de la tercera marcha de la semana.

Las autoridades han detenido a cerca de 50 personas, entre ellas más de 30 policías municipales que presuntamente detuvieron a los estudiantes y los entregaron a supuestos miembros del grupo del narcotráfico Guerreros Unidos.

Dos días después del ataque y desaparición el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, huyó junto con su esposa, Maria de los Ángeles Pineda.

Dos hermanos de Pineda tenían vínculos con el grupo del narcotráfico.

Hace un par de semanas se localizaron fosas clandestinas en Iguala con restos humanos, aunque las autoridades han dicho que según las pruebas hechas hasta ahora ninguno corresponde a alguno de los estudiantes.

Las autoridades federales, incluido el presidente Enrique Peña Nieto, han insistido en repetidas ocasiones en que trabajan para localizar a los desaparecidos.

La movilización del viernes se suma a las protestas que se extienden desde Guerrero al Distrito Federal. En la localidad de Chilpancingo se prendió fuego a las instalaciones del congreso estatal y en la capital del país miles de universitarios marcharon y protestaron en solidaridad con sus compañeros desaparecidos.

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